Por Raúl Magnasco
¿Qué sabe Ud. sobre el aborto? Si preguntamos, entre nosotros, la mayoría de los argentinos estamos a favor de la vida. Todas las encuestas, a excepción de las que realizan los grupos abortistas, dan cuenta de ello. No obstante, si consultamos que piensan respecto del aborto en el mundo, muchos creen que el aborto es legal en la mayoría de los países, y especialmente en aquellos desarrollados.
Tan preocupante panorama genera la sensación de que el aborto solo es delito en los países pobres, y que irremediablemente tal crimen va por el mundo legalizandose, y que tarde o temprano llegará también por estas latitudes. Nada mas alejado de la realidad. Quienes impulsan la legalización del aborto apoyan, como todo el mundo sabe, su discurso en falsos argumentos como este.
La realidad es que el aborto siempre fue un delito desde tiempos inmemoriales (incluso hay registros en el incipiente derecho romano hace 2000 años). Su legalización es un hecho relativamente contemporáneo que comenzó, en el mundo occidental con el impulso de Hitler, quien lo legalizó solo para aquellas madres judías que no querían tener su hijo. Tuvo su auge hace 40 años aproximadamente (producto de muchos grupos de poder que vieron allí su negocio) y luego se estancó hasta nuestros días. En el presente las multinacionales del aborto (la mas grande de ellas declara ingresos por 1100 millones de dolares, si leyó bien, 1100 millones) tienen puesto su interés en América Latina y Africa, ya que desean incrementar sus ganancias y sus potenciales nuevos “clientes” viven en países de legislaciones -blandas- que pueden modificarse haciendo de un crimen un derecho con facilidad.
No obstante, solo una cuarta parte de los países del mundo padecen de algún tipo de aborto legal, y lo mas interesante es que la tendencia es a favor de la Vida, es decir que ese número se reduce año a año. Países como España, Francia, Alemania y Gran Bretaña discuten hace años volver a penalizar el aborto ya que, a la luz de las ciencias mas modernas, no se puede ocultar mas las secuelas que genera en la mujer, de la misma forma que es cada vez mas evidente (gracias a las ecografías modernas y estudios científicos) la humanidad del niño en el vientre desde el primer momento. La opinión pública en todos estos países considera que no debería ser legal, y exigen a sus legisladores que penalicen nuevamente la práctica por ser considerada un crimen atroz de un ser indefenso.
Países como Rusia y Polonia pasaron de un aborto legal irrestricto (cualquiera podía asesinar al niño hasta el día del nacimiento inclusive) a un aborto mas restringido (se penalizó nuevamente en la mayoría de los casos).
Estados Unidos no es la excepción, luego de 40 años de experiencia en el aborto, se generaron mas de 200 leyes a favor de la vida, restringiendo el aborto en casi todos sus estados, no pudiendo trasladarse a nivel nacional por el freno que ejercía sobre ellos el abortista Obama. En el día que asume Donald Trump, se vislumbra en todo el mundo un nuevo porvenir, ya que de allí también se transferían fondos para presionar a los gobiernos de otros países.
Los países como el nuestro deben aprender de la experiencia de aquellos que tristemente atravesaron el aborto legal, quienes en conciencia de haber estado equivocados, concluyen en “des-legalizarlo”, ya que después de todo VIVIR siempre será el primer Derecho Humano.
About the author